Es evidente que el entorno natural de Río de Janeiro es impresionante, pues la ciudad se halla rodeada por montañas cubiertas de vegetación y con la selva a sus espaldas. El Parque Nacional de la Tijuca ocupa parte de la ciudad con sus más de 3.000 hectáreas (aunque es uno de los más pequeños de Brasil) y está considerado reserva de la biosfera por la UNESCO, pues ayuda a preservar la ciudad de la contaminación y de desastres naturales como desprendimientos e inundaciones.

Parque Nacional de Tijuca.
Fotógrafo: Rodrigo Soldon
En el parque podremos practicar diversas actividades como el senderismo, la espeleología, paseos en bicicleta o la subida a alguno de sus miradores, como Vista Chinesa, Mirante Dona Marta o Vista do Almirante. También podemos hacer un picnic o bañarnos en alguna de sus cascadas. El parque cuenta, además, con servicios, biblioteca y centro de visitantes.
Además, el parque cuenta con varios puntos de interés famosos, como el Corcovado, donde se encuentra el icónico Cristo Redentor, el Pico da Tijuca (el más alto del parque) o la Pedra da Gávea.

Parque Nacional de la Tijuca.
Fotógrafo: Rodrigo Soldon
Podemos llegar al parque en autobús o en coche (hay empresas privadas que ofrecen itinerarios por el parque en vehículos especiales). También podemos acceder en bici y para los que realicen el recorrido a pie, existe la opción de apuntarse a las visitas guiadas.